viernes, 26 de agosto de 2016

26 Agosto 2016 (Patri)

Miguel, de nuevo te recuerdo en este blog. Será porque las fechas que nos orientan en el tiempo y están en nuestras vidas no queremos que se olviden. Será porque queremos compartirlas. Y yo vivo esta fecha, dos meses de ausencia, desde aquí, en este lugar virtual desde el que te hablamos, en el que te tenemos.

Tu ausencia me rodea 
como la cuerda a la garganta, 
el mar al que se hunde.
(Jorge Luis Borges)


Me dijeron “No te rindas” y conscientemente me empeño en la tarea. Mi mirada intenta no buscarte en tu sitio del sofá, mi brazo no alcanzar tu lado de la cama, ya no espero oír tus llaves en la puerta y he guardado el aroma de tus ropas.
Estoy aprendiendo a decir “estado civil: viuda”, a doblar las sábanas sola, a cenar sin compañía, a no soñarte para que no duela. Ahora bajo yo la basura, abro el buzón y recojo las cartas. Sigo leyendo tu nombre en algunas de ellas….

Cada vez más presente.
Como si un rayo raudo
te trajera a mi pecho.

Cada vez más ausente.
Como si un tren lejano
recorriera mi cuerpo.
(Miguel Hernández)


Atesoro la ayuda de amigos. Los tuyos, montañeros, que me acogen, apoyan, escuchan y me acompañan. Los míos, algunos recuperados; pero nunca perdidos ni olvidados. Y otros tantos en común que nos recuerdan, que te conocieron, que te disfrutaron.
Y así estoy Miguel. Tengo que asumir la realidad, aceptar tu marcha, disfrutar de los buenos momentos sin sentirme culpable por ello. Y cuando esté triste llorarte, hablarte, pedirte que me guíes y sobreponerme.

Vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos
(Mario Benedetti)


¡Qué ingente tarea Miguel!, ¡Qué lucha continua!

Sé sabia pena mía, y permanece en calma (Charles Baudelaire)


Patricia

1 comentario:

  1. Patri, leo tu lucha y no se como consolarte. Seguramente porque no hay mucho consuelo...
    Pero al menos voy a hacer de pared tuya, para que tus palabras y tus bellos recuerdos reboten y vuelvan a ti para reconfortarte, y para que sepas que no caen como las hojas en otoño, en silencio.
    Leerte es como escucharte.
    Abrazos

    ResponderEliminar