Hay hábitos arraigados que tardan
en desaparecer, otros que tal vez no se marchen nunca. Este de escribirte para
San Miguel en tu cumpleaños, para felicitarte, lo cultivo y lo mimo y dedico mi
tiempo para llegar a este sitio, a ti, porque quiero y porque así lo deseo, sin
pensar en el sentido que tiene, solo en el sentir que tengo.
Porque te recuerdo traigo conmigo momentos que pensé contigo. Durante
las mañanas que despiertan y las noches que aduerman, entre lunas que clarean y
fogatas que calientan. En llanuras quietas y horizontes que embelesan, en montañas
onduladas que invitaban a la calma, en inmensidades abiertas.
Sé del deseo imposible de haberlos compartido. Sé que te hubiera
gustado vivirlos.
Aquí los dejo, un verano, un intenso viaje, un camino recorrido.
Patri
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